Los Nuggets de Denver son los nuevos reyes de la NBA, luego de vencer en Las Finales al Heat de Miami, por marcador de 4-1.
Nikola Jokić es una de las grandes figuras el cuadro campeón del certamen, al ser el tipo determinante, que llevó a los suyos a la gloria.
Los Nuggets de Denver son los nuevos campeones de la NBA
Recordemos que el serbio llegó a la liga estadounidense en 2014, al ser elegido en el puesto 41 de la segunda ronda del draft por Denver.
Con 28 años, el oriundo de Sombor se ha convertido en el hombre más importante de la franquicia de los Nuggets, por lo que realizado en la duela.
Incluso, fue una pieza fundamental en la Fase Final del torneo, motivo que lo convirtió en el MVP de Las Finales.
Llegar a este punto de su carrera no ha sido sencillo, ya que en su infancia sufrió con la Guerra de los Balcanes.
En este conflicto bélico, que duró aproximadamente una década, se enfrentaron países como Serbia, Eslovenia, Croacia, Macedonia, Montenegro y Bosnia y Herzegovina.
Cuando tenía cuatro años tuvo una experiencia traumática, pues las tropas de OTAN bombardearon su país por un gran tiempo.
Nikola era fanático de la Coca-Cola
La actividad física no era de su agrado. Incluso, llegó a tener sobrepeso, por el exceso de alimentos chatarra que consumía en su infancia.
Hasta que aterrizó en la NBA cambió todo, pues sabía que era una oportunidad que no podía desechar, así que se puso las pilas y dejó de lado su adicción a la Coca-Cola.
Los grandes culpables de su cambio fueron Steve Hess y Felipe Eichenberger, preparadores físicos de la franquicia de Denver. De hecho, llegó a perder cerca de 20 kilos.
De tener sobrepeso de chico, ser visto con malos ojos por la mayoría de los cazatalentos y que muestren una publicidad de comida mientras se anunciaba su selección en el Draft de la NBA, a ser el MVP.
Nikola Jokic merece todo lo que le pasa. pic.twitter.com/dWcZ6oICvt
— Hablemos De Básquet (@HDB_ok) June 8, 2021
La pandemia por coronavirus fue un punto vital en su rumbo deportivo, ya que suplió todos los vicios por trabajo.
Y es que, Nikola llegaba a tomar hasta tres litros de soda al día, ya que era muy fanático de la Coca-Cola.
“Tuve que cambiar mis hábitos. Me solía beber dos o tres litros de gaseosa al día, y me tomé el último vaso antes de volar hacia Estados Unidos. Mi primer entrenamiento fue duro. Todos mis compañeros de equipo eran más físicos y atléticos que yo, podían machacar como quisieran. Yo me quería ir a casa”, recalcó.