Desde la primera edición de los Juegos Panamericanos, cuando Chile consiguió tres medallas de oro en el atletismo de Buenos Aires 1951, que nuestro país no tenía una actuación tan destacada en el deporte rey del olimpismo. En Santiago 2023, Lucas Nervi, Santiago Ford y Martina Weil igualaron ese récord de hace 72 años, brillando en una delegación nacional que además cosechó una plata y un bronce en la pista.
Sin embargo, no pasó ni siquiera una semana desde el cierre del evento para que se destapara un nuevo escándalo dentro de la “familia atlética” criolla, con una denuncia de Poulette Cardoch, quien estaba considerada para participar en el relevo 4×400 el sábado. Pese a tener el tercer mejor tiempo dentro del equipo, no formó parte del cuarteto, donde finalmente compitieron Stephanie Saavedra, Berdine Castillo, María Fernanda Mackenna y Martina Weil.
En las redes sociales, la denunciante apuntó directamente al entrenador del relevo, Marcelo Gajardo, por haber desestimado “los criterios de selección y cualquier sentido de meritocracia básica”. El coach también había relegado a Castillo, quien tenía el cuarto mejor registro criollo, pero en ese momento intervinieron los encargados de la Federación Atlética de Chile para exigir explicaciones y que ambas fueran reintegradas.
La haitiana nacionalizada decidió correr, no así Cardoch, afectada emocionalmente, ya que luego de la reincorporación, se desató una acalorada discusión en el área de calentamiento, por lo que esta última explicó que ya no se encontraba en condiciones físicas y mentales para dar lo mejor de sí. Horas después de su posteo, la nacida en Haití se sumó a los reclamos y encendió aún más la polémica, alegando “racismo, clasismo, elitismo y otras expresiones de discriminación”.
La controversia terminó de explotar cuando, en su extenso comunicado, Berdine mencionó a Ximena Restrepo, madre de su compañera Weil, vicepresidenta de World Athletics y gerente de Deportes de la Corporación Santiago 2023. “Sin considerar el peso simbólico de su presencia y de sus palabras, gritó e insultó a técnicos de la Federación chilena, señalando a viva voz mi nombre y cuestionando mi presencia en el equipo. Exigió y presionó en todo momento, sin derecho o potestad alguna, que me sacaran”, lanzó.
Weil, entonces, se vio directamente relacionada con el conflicto, al haber sido apuntada su mamá. La medallista dorada de los 400 metros expresó a través de un video en Instagram que “me cag… los Panamericanos” y les pidió perdón a las dos afectadas “por no haber estado ahí para ustedes como necesitaban que lo estuviese”.
Luego, la campeona continental se refirió a la intervención de su progenitora en esa instancia. “Llegó mi mamá como mi entrenadora y me vio mal, con los ojos hinchados, y me dice ‘¿qué pasó?’. Le conté, que los titulares, que la nómina… En ese momento me desenchufé de la situación”, relató, agregando que “aunque yo no haya escuchado lo que dijo mi mamá, me vio llorando, diciéndole ‘mis Panamericanos se acabaron y fueron lo mejor del mundo’, vernos a todas en ese estado fue muy duro para ella también. Desde mi punto de vista, cada una lo pasó peor que la otra y trató de lidiar con lo mejor que pudo. Yo estaba enrabiada, no entendía cómo técnicos y entrenadores tenían esta pelea armada en la pista”.
“Con las 6 integrantes de la posta, conversé una semana antes (de los Panamericanos), cuando recién me pude juntar con ellas. Les dije que la decisión sobre quién iba a correr, y el orden en que lo harían, no la iba a tomar todavía porque sería irresponsable. Vamos a esperar que avance el campeonato y, según eso, les voy a decir el día anterior quiénes corren y en el orden que lo harán. Todas las chicas lo tuvieron claro…”.
Así explica Marcelo Gajardo, técnico de la posta 4×400, el origen del desaguisado en la prueba que cerró el atletismo en los Juegos.
Si bien el rol del entrenador en estos eventos es más bien administrativo, es su potestad cambiar la composición del cuarteto, dado que el parámetro objetivo sobre el cual se basa -los tiempos- datan de unos meses antes de la competencia, período en el cual pueden variar las curvas de rendimiento. Entonces, la toma de decisiones respecto de la alineación es válida. Sin embargo, en el círculo de la especialidad, lo que más se cuestiona es la forma y oportunidad de la comunicación a las deportistas. Además, se asume que -por su bajo perfil- pudo haber sido permeable a presiones de autoridades del evento, como Leslie Cooper, directora del Comité Olímpico nacional y madre de Fernanda Mackenna.
De cualquier modo, era imposible que la resolución de la composición de la posta y Gajardo mismo no quedaran bajo fuego cruzado, porque -además- Poulette Cardoch es entrenada por el jefe del área de velocidad en la Federación y Berdine Castillo lo hace con el hijo del presidente de la entidad, Juan Luis Carter.